A lo largo de los viajes que he hecho me he topado con muchísimas personas que se han atrevido a viajar solas, migrar por su propia cuenta ya sea porque lo decidieron así o porque no encontraron con quién hacerlo pero que se atrevieron de todas formas.
En primer lugar, me gustaría aclarar que no es descabellado el sentir miedo tanto de lo práctico como de lo más emocional. Estás pensando en emprender un viaje a un lugar que seguramente es desconocido, tal vez hablen otro idioma, no estás segura cómo funciona todo, puede ser un viaje largo y lejos. Puede ser que veas en las redes sociales aquellos hombres o mujeres que parecen ser temerarios y te preguntas por qué no te atreves.
Yo era así. Me consideraba muy temerosa e incluso cobarde. Recuerdo haber dicho alguna vez “yo nunca viajaría sola”, “creo que no lo disfrutaría”, “me muero de miedo irme a otro país sola”. Pero cuando llegó el momento, se dieron todas las condiciones para que yo pudiera al fin comenzar a viajar, y no hubo nadie que coincidiera con mis planes. Algunas de mis amigas querían pero estaban en pareja, otras habían encontrado un trabajo nuevo y pensé en no irme. Pero una vocecita me dijo que ahora era el momento y que lo iba a hacer. Si algo sale mal siempre puedo volver, pensé y le dije a todo el mundo que volvía en 3 meses. Era el plazo que me di para intentarlo. Y una parte de mí pensaba que sólo iba a ser capaz de “intentarlo”.
Me terminé quedando dos años en mi primer destino e incluso después de 8 meses recorrí países como Indonesia e India, desafiando todos mis miedos.
Digo “desafiando” porque los miedos nunca se van por completo, siempre existen preocupaciones o inseguridades. Lo importante es aprender a desafiarlos. Todas/os somos diferentes, y nadie espera que esto ocurra de la noche a la mañana pero hay algunos “tips” que te pueden a ayudar a sentirte un poco más segura/o y que finalmente te lleven a tomar la decisión de migrar.
1. Deja a un lado los mitos o ideas predeterminadas
Lo primero es dejar de lado los mitos o ideas predeterminadas de lo que va a pasar. Tu viaje y tu experiencia serán únicos ya que tú tendrás el mando. Incluso para algunos, pensar en qué es lo peor que puede pasar, puede ir aliviando esta neblina de miedo. Porque cosas terribles pueden pasar en cualquier lado entonces puede ser que algunos miedos no estén 100% ligados al viaje. De esta manera también es importante saber identificar el tipo de temores, separa los racionales (aquellos que son reales y probables) de los irracionales. Esto hará que puedas trabajar de manera práctica en los miedos racionales, ganando cada vez más confianza.
2. Empieza de a poco
Anda de a poco, no tienes que tener todo un año planeado. Me he dado cuenta que algunas personas planean su vida a largo plazo. Esto no tiene nada de malo el problema es cuando algo no te calza y te da fastidio. No olvidemos que vivimos en un mundo cambiante y que la flexibilidad será nuestra mejor aliada. Así que no te desesperes, vamos de a poco. Además empieza dando pequeños pasos, ándate de camping cerca de tu casa, vuela un fin de semana a visitar a alguien. No es necesario que te vayas a mochilear solo o sola al otro lado del mundo desde el comienzo.
3. Planea bien
Planéalo lo mejor que puedas. Esto puede ayudar muchísimo a bajar tu ansiedad y sentir más seguridad, por lo tanto, no dejes ningún detalle sin ver, ¿viste qué tan lejos queda tu hotel del aeropuerto? ¿Vas a tomar transporte público? ¿Cómo funciona allá, necesitas una tarjeta, aceptan todo medio de pago?
Contrata un seguro de salud, ahorra dinero, y si te ayuda, apúntate a un curso del idioma que se habla. Si es que vas a viajar a un destino en que se habla un idioma diferente al tuyo, el aprenderlo o mejorarlo siempre te hará la vida más fácil ya que experiencias como comprar el pan no estarán teñidas de problemas de comunicación. Además, es posible, que durante el proceso de aprender o mejorar este idioma te vayas motivando y sintiendo cada vez con más confianza.
4. Infórmate, lee, pregunta
Busca información real como blogs y YouTubers que te muestren el día a día en tu destino. A veces nos cuesta imaginarnos cómo será el destino al que vamos. Pero por suerte existe internet, y hay un sinfín de información de todo lo que queramos incluyendo vídeos detallados de todos los lugares del mundo. Conocí viajeros que disfrutaban mirando videos en YouTube de su próximo destino, esto les ayudaba a imaginarse mejor el lugar y poder bajar la ansiedad e incertidumbre de la sorpresa.
Conversa con personas que ya estén en el viaje o lo hayan hecho. Si un amigo de un amigo, o la prima de tu vecino ya hizo un viaje similar, no dudes en ponerte en contacto con esa persona. Generalmente a las personas les gusta hablar de su experiencia en el extranjero y a ti, el escuchar una experiencia real puede ayudarte a imaginar mejor cómo será cuando la concretes, además podrás resolver posibles dudas que tengas en mente.
Elije un destino seguro. Si es la primera vez que vas a migrar, elije un destino en que no existan mayores riesgos de lo normal, un país o ciudad en que haya una sensación de seguridad en general.
5. Piensa que hay vuelta atrás
No pasa nada si cambias de opinión en tu primer día de viaje, o a los tres meses o antes de irte. Estás en todo tu derecho de volver. Lo más probable, según mi experiencia, es que eso no pase pero el estar consciente de esta opción, te ayudará a bajar la ansiedad. Que no exista el miedo a equivocarse porque esa experiencia sólo se convertirá en un aprendizaje para las próximas aventuras.
6. Convérsalo y coméntalo
Ponte en contacto con otras personas que vayan a viajar. Los grupos de Facebook, o a través de la universidad donde estudiarás son herramientas útiles para ponerte en contacto con personas que van a tu mismo destino o similar. El compartir tus miedos, inseguridades o incluso hacer esas preguntas que consideras “tontas” a personas que están en tu misma situación, podría ayudarte a saber que no estás solo/a y además cómo sabes si encuentras algún partner o compañero de apartamento con anticipación.
El conversarlo, incluso con personas ajenas al viaje, te ayudará a aclarar la mente y darte cuenta de qué quieres realmente. Además, te ayudará a empezar a visualizarlo como un plan real.
7. No esperes a que el plan sea perfecto, y hazlo!
El momento en que el plan sea perfecto, no llegará jamás. Eso es parte de la aventura. Siempre habrá elementos que no estarán bajo tu control. Establece expectativas realistas y así, el momento en que te sientas listo o lista para viajar llegará más rápido.
Si incluso después de seguir todo estos pasos, sientes mucho miedo, es posible que haya temores irracionales que te estén deteniendo. Si sientes que esta situación te está afectando, puedes buscar ayuda, para eso estoy aquí. Lo importante es que entiendas que cada quién tiene su propio timing y el momento de estar listo o lista ya llegará.