Retomar una vida sana después de emigrar

Como he dicho antes, cuando llegamos a un lugar nuevo, tenemos muchas áreas diferentes que se tienen que adaptar. Es mucha la energía que se destina, sobre todo en el primer tiempo, en adaptarse. Los días son intensos y cuando llevas un par de días, sientes como si hubiese pasado un mes.

¿Qué papel juega la ansiedad?

Hay cosas que estamos viviendo por primera vez, viendo por primera vez, escuchando por primera vez. Todo esto hace que sintamos un poco de adrenalina, entusiasmo pero también ansiedad.

La ansiedad se puede traducir de muchas formas, dependiendo de la persona, la mayor parte del tiempo la podemos ver o sentir en nuestro cuerpo. Puede venir con rumiación (pensamientos repetitivos u overthinking), una ligera sensación de vacío en el estómago, ganas de salir corriendo, alteraciones en el sueño (como sentirse muy cansado, no lograr dormirte en la noche, despertarte muy temprano…), y en las comidas (constantes ganas de comer, comida por atracones, no sentir hambre, antojos).

Un problema común entre las personas que viajan

Puede ocurrir al comienzo o inclusive al tiempo después de haber emigrado, que te des cuenta que estás teniendo problemas para cuidarte, siendo las consecuencias físicas las más visibles: Has subido o bajado considerablemente de peso, estás comiendo alimentos poco saludables, quedándote despierto/a hasta tarde, no está siendo fácil seguir una rutina de ejercicios, y que en general, no te estás cuidando.

Este es un problema bastante común entre las personas que migran. Me pasó a mí, más de una vez, que al estar tan preocupada y entusiasmada con situaciones externas, no me di cuenta cómo dejé de lado mi autocuidado hasta bastantes meses después. Y es que hay tanto que cambia en nuestras vidas, y puede haber tanto que requiera de nuestra atención inmediata en lo exterior, que nos olvidamos un poco del interior, de nuestro cuerpo y mente. Puede ser incluso que estemos conscientes de esto pero que, aun así, nos esté costando trabajo hacer algo al respecto. Además es posible que, acabas de llegar entonces, te estás permitiendo probar todos esos dulces o comida que no conocías, quedarte hasta tarde buscando nuevos panoramas, tomar cervezas con esos nuevos amigos, perdiéndote en esa nueva ciudad, agarrando un bocado rápido, tal como lo harías en unas vacaciones cortas.

O bien, puede ocurrir que te hayas centrado en buscar un nuevo lugar donde vivir o un trabajo, en aprender un par de palabras nuevas de ese idioma que hablan ahí, que tampoco le estés dando un break a tu mente, ni para pensar en lo lindo de esos árboles que no habías visto jamás; es decir, desconectándote del momento presente.

El Melocotón, Chile 2021

El bienestar y la rutina son aliadas

El bienestar va de la mano con la rutina, cuando dejamos de lado nuestra rutina y la cambiamos por una que recién estamos creando, podría tomarnos más tiempo agregar a ésta todo lo que no esté ligado a la supervivencia o a lo más urgente. Además, debemos incluir todos los factores que han cambiado a nuestro alrededor: ya no estamos en nuestra zona de confort por lo que hay muchas tareas pendientes. Esto hace que nuestro sistema se pone en un estado de alerta, en un “modo supervivencia”. Además pueden cambiar cuestiones prácticas, como nuevos hábitos alimenticios del lugar al que hemos llegado, que no exista la comida a la que estábamos acostumbrados, o que los horarios de almuerzo y cena cambien. El clima puede ser un factor primordial también ya que adaptarse a menos horas de luz o una temperatura muy diferente a la habitual es un evento estresante para el cuerpo. Si solíamos pasar mucho tiempo afuera caminando y ahora, debido al tiempo, no lo hacemos más, o nos acostábamos temprano pero, por el calor, ahora nos cuesta trabajo hacerlo.

La autocompasión es clave

Es posible que cuando nos demos cuenta de que no nos hemos estado cuidando, nos sintamos tristes, que nos cueste un poco retomar el control de nuestro cuerpo, que nos desanimemos.

Para todo esto, antes de empezar a dejar de lado esos hábitos poco saludables, lo más importante es la autocompasión. De la misma forma que trataríamos a un desconocido que nos cuenta que ha subido un poco de peso, por ejemplo, no nos tratemos mal, no seamos duros con nuestras mentes y cuerpos. Hemos pasado por un proceso de cambio importante que requiere de coraje y mucha energía, y así como todo nuestro ser se está ajustando, lo mismo ocurre con nuestro cuerpo.

Como todo, durante el proceso de adaptación, debemos ir de a poco. El tiempo es importante para que todo se vaya ajustando, por lo tanto, no nos desesperemos si al mes aún no creamos una rutina saludable. Paso a paso, iremos haciendo cambios de hábito que nos irán ayudando a estar más sanos y sentirnos mejor. Es importante ir retomando la conciencia del momento presente, dejar cada vez más a un lado ese estado de alerta corporal para llegar a un buen descanso, más claridad y tranquilidad. Además poco a poco iremos conociendo mejor el nuevo lugar, dónde venden verduras frescas, a dónde podemos ir a pasear, a qué hora se come, cuáles son las horas o meses de más luz, y así, también nos iremos conociendo a nosotros/as mismos/as en torno a estas nuevas condiciones, adaptando nuestro ser a ese nuevo lugar y contexto.

Cajón del maipo, Chile 2021

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