Podemos sentir que las relaciones tanto de amistad como de pareja se intensifican al estar lejos de casa. Ya se cuando nos fuimos a vivir a otro lugar o estamos recorriendo el mundo.
Cuando viajamos o migramos a un nuevo lugar, todo se siente más potente. Todos los días estamos experimentando nuevas situaciones por lo que hay una serie de eventos nuevos para nuestro cerebro a procesar. Y luego, incluso después de ciertos meses viviendo en un mismo lugar, las relaciones que crearemos serán seguramente mucho más fuertes o se sentirán de esa manera. Y así, vamos a haber conocido a alguien hace dos semanas pero vamos a sentir como si lo conociéramos de toda la vida. Hay varios factores que influyen en esto.
1. Estamos más dispuestos y dispuestas
El primero creo que el hecho de estar lejos de nuestros seres queridos, hará que estemos en una posición mucho más abierta. Es una especie de necesidad de hacer amigos, conocer un partner o alguien que cumpla ese rol. Cuando estamos en nuestra ciudad natal puede ser que conozcamos a alguien que nos parezca interesante pero por el hecho de que hemos quedado con otros amigos, o tenemos una pareja o familia, no pondremos tanto esfuerzo en crear una relación desde ese encuentro, y tal vez solo quedará en una buena conversación.
2. Vivirán momentos importantes y, tal vez, difíciles
En segundo lugar, creo que lo que más unen a las personas no es el tiempo sino que las experiencias que vivan juntos. Al estar en un lugar nuevo, es posible que tu nueva amistad te acompañe a hacer muchas cosas por primera vez, que te acompañe en los primeros momentos de adaptación, que celebren juntos el primer día de trabajo y que incluso compartan juntos fiestas como navidad o cumpleaños. Esto hará que el lazo con esa nueva persona se haga más fuerte en mucho menos tiempo. Lo mismo ocurre con el amor de pareja, puede ser que lo sintamos como aquellos profundos amores de verano en que nos sentíamos enamorados después de 5 días en la playa. No es el tiempo, es lo que se comparte. En este mismo sentido, al estar conociéndonos mejor en esta nueva etapa de nuestras vidas, es posible que conozcamos nuevas pasiones, nos demos cuenta de cuánto nos gusta bailar o aprender un nuevo idioma. Al incluir a las personas que nos rodean, aunque las acabamos de conocer, hará que las relacionemos con esta nueva pasión de una manera positiva. Asimismo, en relación a lo que ya he escrito acerca de las dificultades de adaptarse a un nuevo lugar, es posible que estas nuevas relaciones estén en ese momento en que nos enfermemos por primera vez lejos de casa, o cuando nos podamos sentir incomprendidos por nuestras antiguas amistades, unificando aún más el lazo de poco tiempo que hemos creado.
3. Tendrán intereses en común
En tercer lugar, no es sólo una linda coincidencia pero es muy probable que las personas a las que conozcas en este nuevo contexto que estés viviendo, comparta intereses en común contigo. Tal vez sea la misma pasión por viajar o por conocer nuevos lugares, pero también podría ser que coincidan en aspectos mucho más importantes a la hora de forjar una relación como por ejemplo, las prioridades que tienen en la vida, la manera de ver las cosas, que sean más abiertos/as de mente y que busquen algo similar en la vida. Y asimismo, que tengan en común características de personalidad parecidas ya que finalmente, no todo el mundo toma la decisión de migrar, algo tendrán en común.
4. Serán tus primeras opciones
En cuarto lugar, hay un factor más práctico, tal vez, pero que aumenta la cercanía de las personas. Al tener una red de apoyo más reducida en este nuevo lugar, es posible que las nuevas personas que has conocido se vuelvan fácilmente en tus partners de viajes, nuevos roomates e incluso teléfonos de emergencia. Conocí muchas parejas nuevas que al poco tiempo de haberse conocido, empezaron a vivir juntos. Y conversando con ellos, tal vez en sus respectivos lugares de origen, se hubiesen demorado mucho más en tomar esa decisión pero debido a que los dos compartían departamento con amigos o amigas, para no incomodar y dejar de pagar dos arriendos, decidieron irse juntos.
5. El tiempo tendrá otro significado
En quinto lugar, tomas consciencia de que el tiempo es limitado. Puede ser que tengas una visa vigente o estés cursando estudios específicos donde sepas que no estarás en ese lugar para siempre. O simplemente te haces consciente que así como ahora decidiste migrar, eso ocurra de nuevo en el futuro. Por lo tanto, dejarás poco para después, aprovecharás estas nuevas amistades o pareja al máximo, planeando panoramas juntos/as y haciendo actividades, lo que hará sentir una mayor conexión.
6. Serán ustedes contra el mundo
En último lugar, y creo que esto aplica mucho más para las parejas amorosas, pero también para las amistades. El hecho de estar lejos de la familia o de los amigos, quita una presión de encima. Ya que sólo nos concentraremos en la persona con la que queremos estar, si es que nos gusta o no y si es que estamos felices así. Pensaremos menos (o nulo) en lo que nuestra familia pensará de la persona o si es que se llevaría bien con nuestros amigos/as del país de origen. Esto hará que esas ideas que a veces pueden alejar a alguien, lo acerque aún más. Además al estar viviendo un contexto similar, es posible que no tengan que hacer “calzar” dos tipos de rutinas muy diferentes, lo cual facilitará el vínculo.
Por último….
Asimismo, es posible que si llevas un tiempo viajando, te sorprendas contándole tus secretos mejor guardados a algún extraño que conociste en tu hostal. Porque la cercanía o conexión no tiene que ver con el tiempo, y porque a veces nada mejor que intentar arreglar el mundo o hablar sobre la inmortalidad del cangrejo, con alguien que probablemente no verás nunca más. Es lo que llamo, la magia de viajar.
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