En muchos grupos de Facebook o en conversaciones con otros viajeros, noto a menudo gente que anima a otras personas a viajar sin conocer el idioma del destino. “Te logras hacer entender”, “lo aprenderás”, “hasta encontré trabajo sin hablar el idioma”, etc. Pero algo que aprendí a lo largo de este tiempo, es que la gente te contará su experiencia después de haber pasado el período de adaptación, después de haber superado la fase en la que se sienten incómodos, y muchas veces van a omitir esa parte de la historia. Porque cuando superamos barreras, generalmente nos quedamos con el positivo recuerdo del logro, sin poner suficiente énfasis en los obstáculos que se vivieron.
El fin de este artículo no es desmotivar a las personas que quieren emigrar a un país con otro idioma, sino que explicar cuáles son los obstáculos reales. Para que las personas puedan decidir teniendo toda la información.
Todo estará en otro idioma
Puede parecer obvio pero a veces no caemos en cuenta que cuando lleguemos a ese nuevo lugar, TODO estará en otro idioma. No solo las personas lo hablarán, sino que incluso comprar en un supermercado será todo un desafío. Es como que te convirtieras en analfabeto de la noche a la mañana. La dirección del metro, la farmacia, el menú del restaurant, todo estará en un idioma incomprensible. Puede que todo esto resulte divertido los primeros días, que te sientas como que estás descubriendo todo por primera vez. Pero con el pasar del tiempo esto puede ser bastante frustrante. Que te hablen y no entiendas o que quieras preguntar algo, no sepas hacerlo y no te puedan responder.
Las herramientas como traductores ¿son suficientes?
Es cierto que hoy en día existen muchísimas herramientas de traducción, en mi caso siempre usé el clásico traductor de Google que me salvó la vida es más de una ocasión. Pero existen bastantes, dependiendo del idioma y del tipo de traducciones que quieras hacer, si éstas son más coloquiales o académicas, por ejemplo. Sin embargo, por muy maravillosas que sean estas herramientas, toman tiempo y a veces no son muy precisas. Es posible, que a veces traduzcan algo que no tiene absolutamente nada que ver basado en el contexto en el que te encuentras. O que no lo haga de una manera formal cuando lo necesites. Por lo tanto, te salvarán en muchísimas ocasiones pero no será suficiente.
¿Qué es el duelo de la lengua y qué efecto puede tener en nosotrxs?
Como ya he relatado anteriormente, al emigrar a un nuevo país, vivimos una serie de duelos en relación a lo que cambia y dejamos atrás. Uno de ellos es el duelo del idioma. Ya que todo lo que conocimos en algún momento, le pusimos un nombre, lo relacionamos a una palabra, ya no sigue siendo igual. Esto pasa incluso si te vas a un país donde hablen tu mismo idioma pero donde los modismos, expresiones y maneras de decir las cosas, cambian. Y definitivamente, se vive con más intensidad cuando el idioma es completamente diferente a lo que conocemos. El hecho de no sentirse segurx al momento de expresarse o intentar comunicarse, nos hará sentir vulnerables, ansiosos, incluso es posible que afecte nuestra autoestima o que tengamos conductas regresivas, como volvernos igual de tímidos que cuando éramos niños o niñas. Ya que aunque encontremos otras formas de comunicarnos, como mediante señas o en algún otro idioma en común, no nos estaremos expresando ni recibiendo la información como solíamos hacer al hablar nuestra lengua nativa.
Además de lograr comunicarme ¿Qué otros beneficios tiene aprender un nuevo idioma?
Al aprender un nuevo idioma hay varias áreas de tu cerebro que se van a activar. Es posible que mejore la plasticidad neuronal, lo que hace que se retrase deterioros como la demencia o enfermedades como el Alzheimer. Además mejorará tu concentración, memoria y la capacidad de ejecutar tareas más eficientemente, y de hacer más de una cosa a la vez. En estudios publicados en Psypost, también se ha visto que las personas bilingües tienen más en consideración a la otra persona y la percepción de ésta a la hora de comunicarse, que las personas monolingües. Por último, el beneficio que más me gusta, es que al aprender cómo decir las cosas en otro orden o con otro énfasis, cambia tu percepción de ciertas palabras como por ejemplo, al darte cuenta de que hay palabras que no existen en otro idioma, delatan parte importante de la cultura o del cómo se dicen las cosas. Por lo que al aprender otro idioma, indudablemente se amplía tu capacidad de decir lo mismo de diferentes maneras.
¿De qué dependerá el proceso de aprendizaje?
La velocidad en que aprenderás un nuevo idioma dependerá de varios factores. El interés, las habilidades personales, el tiempo que le dediques y si has aprendido algún idioma antes. En base a mi experiencia, no basta con ir al país para aprender un idioma (a excepción de los niños). Debes armar un método que se ajuste a tus necesidades. Ya sea estudiarlo, esforzarte en exponerte al idioma, pedir a las personas que te corrijan, o tomar clases formales.
Cabe decir, que depende mucho del lugar al que vayas, la intensidad con la que podrás sentir lo descrito. Ya que hay lugares donde tu idioma nativo puede ser muy parecido al local como lo es en el caso del italiano, portugués e incluso catalán. Entonces el no conocer el idioma no será tan grave porque podrás entender y hacerte entender un poco más.
También influirá qué tan turístico es el lugar, qué tan cosmopolita es. Ya que puede ser que aunque no hables el idioma local, hablas inglés y te es suficiente para comunicarte en la mayoría de los contextos. O, mejor aún, que te topes con personas que hablen español. Sin embargo, estas son las excepciones, ya que en general, una vez viviendo en el lugar, te sentirás más confiad@ y segur@ si hablas el idioma local. Además de las oportunidades laborales y sociales que esto te traerá.
Aprender un nuevo idioma es incómodo pero vale la pena
El proceso de aprendizaje puede ser incómodo y frustrante ya que requiere una inmensa capacidad de memoria en la que irás conociendo palabra por palabra. Sólo imagina la cantidad de años que te llevó aprender todo el vocabulario que tienes hoy en día en tu idioma materno. Entonces ahora intenta pensar la cantidad de información que tendrás que procesar, en muchísimo menos tiempo, para lograr hablar el idioma de manera fluida. Al pensarlo así, te das cuenta que aunque la presión por aprender sea grande, es importante ser siempre amable contigo mismx. Entender que requiere una enorme cantidad de energía y paciencia por lo que, no te sobre exijas a querer saber como decir todo ahora ya. Si en un par de meses hablar como un infante de 2 años, ya es un logro importantísimo considerando que no tienes la misma capacidad de absorción y aprendizaje que tenías a esa edad. En conclusión, es un proceso largo, un tanto fastidioso, pero también puede ser muy divertido si te lo permites, además la satisfacción de ir viendo tu progreso, el ir poco a poco entendiendo el nuevo idioma y de finalmente poder hablarlo, valdrá la pena.