Terminaste tus estudios, celebraste, tal vez te especializaste, trabajaste un tiempo o un par de años en ese oficio. Aquel trabajo se convirtió en parte importante de tu rutina, tu día a día y tus temas de intereses.
Ese trabajo se transformó en lo que eres. O eso dices cuando la primera pregunta de las personas es ¿Qué haces? O ¿en qué trabajas? “soy ingeniero”, “soy profesor”, “soy periodista”, etc.
Es importante por el tiempo dedicado
Esto tiene que ver con varios puntos importantes. En primer lugar con el tiempo ¿Cuánto tiempo le has dedicado a esta profesión u oficio? En aprender, formarte, ser mejor y también en ejercer. Probablemente mucho. Es por esto, que sería un poco contradictorio poder decir que no es relevante. De qué manera algo a lo que le dedicamos tanto tiempo y energía, no va a ser importante.
Lo hemos escuchado desde la infancia
En segundo lugar, tiene que ver con lo que nos han enseñado y lo que hemos escuchado desde que somos muy jóvenes. Una situación muy común en los niños y niñas es que les pregunten que van a ser cuando grandes. Siempre referido al trabajo que van a hacer, y aunque muchas veces se pregunta a modo de juego, nos da a entender que seremos lo que elijamos como profesión y nos habla sobre lo que es importante para la sociedad, nos habla de cuáles son los “sueños colectivos”. Por lo que tener un sueño que se escape de lo laboral o académico, no es tan sencillo.
El trabajo nos da dinero
En tercer lugar, es práctico: generalmente un trabajo nos trae dinero y con el dinero podemos comprar cosas, tener nuestras necesidades básicas cubiertas y, si es que es bien pagado, podemos darnos ciertos lujos. Entonces la importancia de tener un trabajo que nos permita hacer lo que queremos tiene un valor más global, ya que definiría nuestro estilo de vida.
Pero no lo es todo, en especial cuando emigras
En relación a estos tres puntos, no quiero dar a entender que nuestro trabajo no es importante. Sin embargo, hay otras cosas que también lo son, sueños y anhelos que no están ligado a lo académico ni laboral pero son igual de importantes. Hay otros tipos de crecimiento que ojalá fueran igual de considerados como lo es el crecimiento profesional. Y hay muchísimas formas de sentirte exitoso/a y autorrealizado/a además de tu trabajo. Entonces no lo dejemos de lado.
En las personas que migran, este tiende a ser un tema en común. Ya sea por la validación de títulos, discriminación, permisos de trabajo, falta de oportunidades, o idioma, muchas veces no es posible que trabajen de lo mismo que hacían en sus lugares de origen. Entonces, debido a la apreciación social que existe con respecto a este tema, hay un conflicto de identidad.
Porque si en el pasado, se identificaron con su profesión, como por ejemplo: soy veterinaria ¿Qué pasa cuando ya no trabaja como tal?, ¿en qué se basa esa parte de la identidad? Es posible que exista un conflicto importante en relación a quiénes somos. Esta situación puede llevar a sentimientos como culpa, frustración y la idea de que hemos fallado o que estamos perdidxs ya que en el pasado, nuestro hilo guía siempre fue nuestra profesión u oficio. Fue lo que nos fue ayudando a planear año a año lo que haríamos, como por ejemplo, terminar la carrera que empezamos, hacer una práctica, buscar trabajo en tal área. Entonces cuando perdemos ese hilo, o lo cortamos, aunque sea de manera temporal, hace que nos cuestionemos muchas cosas ya que no tenemos “de qué sostenernos”.
Todo lo anterior puede sonar bastante oscuro y negativo, entendiendo que si perdemos una parte de quién somos, es difícil seguir funcionando como antes. Sin embargo, ahí está la magia. Es incómodo y muchas veces el sentirnos perdidos puede ser muy abrumador, pero el encontrar un nuevo hilo de vida puede ser una experiencia que cambie tu vivencia para bien. Ya que al dejar este único hilo que nos estableció lo que haríamos toda la vida, podemos empezar a ver muchos otros, y entender que existen muchas otras razones que pueden determinarnos. Y que podemos tener más de un hilo que nos vaya guiando, e incluso ir cambiando a lo largo de nuestra vida.
Al mismo tiempo, si decidiste emigrar, es posible que tengas cierto interés en esta experiencia. Entonces abrázala como tal y permítete descubrir otras posibles prioridades. Puede ser que finalmente, te des cuenta que tu trabajo es algo que te gusta mucho, pero que también te apasiona conocer otro idioma, o algún deporte, o conversar con personas diferentes a ti, tener más tiempo para seguir conociéndote o algo más general como ser feliz. Aunque suena cliché, puede ser que tu nuevo hilo sea algo que jamás hubieses descubierto si no hubieses puesto en pausa el anterior por lo que las posibilidades son infinitas. Ya que en una sociedad como en la que vivimos los valores pueden estar bastante marcados y nos es difícil salir de esos patrones, pero se puede, sobre todo el dar un giro tan radical como al emigrar.
Por último, sé amable contigo, no te culpes si ha sido difícil encontrar oportunidades en lo que estudiaste. No estás perdiendo el tiempo ya que estás ganando experiencias que te servirán de por vida y te harán crecer. Mientras más crezcas y abras tu perspectiva de lo que es la vida, más posibilidades habrán de encontrar una motivación, algo que te haga sentir como que todo ha valido la pena. A veces cuesta verlo, y puede tardar tiempo trazar un nuevo camino, pero mientras estés consciente de tus elecciones, lo más probable es que termines en un camino más alineado contigo mism@.
Porque no eres tu trabajo. Tu trabajo es parte de tu vida. Y en tu vida hay mucho más. Entonces ¿Cómo te definirías?, ¿Qué meta guía tu vida?
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