Cómo lidiar con la culpa al vivir en el extranjero

two women sitting on vehicle roofs

Por la razón que sea, decidiste emigrar, salir de tu zona de confort y embarcarte en una aventura donde lo desconocido es lo principal. Junto con esta decisión vienen una serie de emociones y sentimientos, entre ellos, el menos querido: la culpa.

La culpa es un sentimiento complejo que aparece al sentir que estamos haciendo algo indebido, o que no estamos haciendo aquello que deberíamos. También aparece cuando (creemos que) hicimos daño a alguien más.

Según lo que he visto en la consulta, este sentimiento aparece de manera muy frecuente. La mayoría de las veces está relacionado con estar lejos de la familia, por haber decidido vivir en un país lejano. Y suele ser más intenso o inevitable cuando ocurre alguna situación adversa. Por ejemplo, alguien de nuestra familia no está bien y no estamos ahí para ayudar.

Otras veces, aparece cuando las cosas se están acomodando en nuestro nuevo destino, lo estamos empezando a disfrutar, a hacer amigos, viajar, y ahí empezamos a sentir esto que nos pesa: “mis seres queridos no pueden disfrutar de esto”. A partir de este escenario, también ocurre que al llegar el punto donde nos sentimos más cómodos en el nuevo lugar, aparece nuevamente, la culpa. De no poder sentir lo mismo en mi país, donde está mi familia.

Otra versión de la culpa es cuando te alejaste con ciertas expectativas, por ejemplo, encontrar un buen trabajo y disfrutar de esa nueva vida, y de repente no está sucediendo. Entonces aparecen pensamientos como “dejé a mi familia por nada”, “estoy lejos de la gente que quiero y no vale la pena”, etc.

Por último, he reconocido un cuarto escenario donde la culpa ocurre y tiene que ver con la culpa general de dejar el país, de dejar a la gente. Esto lo he visto en personas que tienen una alta consciencia social, y que sienten no estar haciendo nada para ayudar a que el país mejore, o no estar ahí para luchar por una mejor vida.

Por lo tanto, la poco bienvenida culpa, aparece en muchas ocasiones diferentes durante el proceso de emigrar ¿Qué podemos hacer para lidiar con ella? Te dejo algunos consejos importantes.

upset woman looking in mirror
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Cambiar la perspectiva

En todos estos casos, es importante poner las cosas en perspectiva. La culpa viene cargada de tanta emoción, que puede ayudar poner atención al lenguaje que utilizamos y entender lo que ocurre de un punto de vista más racional.

Entendamos que a las personas adultas no las abandonas, o dejas, sino que se alejan. Y esta distancia puede ser dolorosa, pero también puede ser sana. La tecnología nos permite poder seguir en constante contacto, aunque sin duda la relación cambiará, podremos estar presentes de otra forma.

Cuando estás disfrutando en tu nuevo país y sientes culpa, poder entender que no por estar pasándolo bien tu familia lo estará pasando mal. Y al mismo, tiempo tus seres queridos podrán alegrarse por verte bien, y poder compartir con ellos esa nueva felicidad.

Pasa de la culpa a la acción

La culpa está asociada a la victimización, al castigo, que nos deja hundiéndonos en una emoción sin ningún fin de manera pasiva. Cuando pasamos a la acción, la responsabilidad se hace presente, haciéndonos ver que podemos reparar el daño que creemos haber hecho.

Una forma de lidiar con esto, es comunicarlo abiertamente a las personas con las que sientes culpa, pedir perdón si sientes que es necesario, y buscar una forma de reconciliación que considere esta nueva situación.

Acepta un nuevo rol

Al irse lejos, es un hecho que las relaciones con tu familia cambiarán. Ya no vas a estar presente de la misma manera y lo primero, es poder llegar al camino de la aceptación.

Dejar de intentar vincularnos de la misma manera, y aceptar que lo haremos desde otro lugar. Pregúntate, ¿desde dónde me quiero acercar a mi familia?, ¿de qué manera puedo estar presente sin perder de disfrutar mi nueva realidad?, ¿cómo puedo equilibrar las necesidades de mi familia con las mías?

A veces el estar fuera del núcleo en el día a día ayuda a ver los conflictos o problemas desde otra parada. El que tú estés sintiéndote bien en tu nueva vida, podrá ayudar a acercarte a tus seres queridos con otra energía.

Practica la autocompasión

Haz lo que sea necesario para disminuir ese sufrimiento, no seas tan duro contigo mismo, si tomaste esta decisión fue por ti y no para hacer daño a otros. Permítete fallar e ir aprendiendo de las experiencias. Enfocarse en las soluciones también puede ayudar.

Es posible, que todo lo anterior sea especialmente fuerte si es que hay familiares o personas que hacen que esta culpa aumente, que te acusan por ser responsable cómo ellos se sienten o cómo ahora han tenido que suplir tu rol. Recuerda que esas personas también son responsables de lo que sienten y que todos tenemos la capacidad de resiliencia para poder aceptar que alguien ahora vive lejos.

Practica la compasión con ellos, reconociendo el sufrimiento y empatizando desde ahí, más que desde las inculpaciones que puedan hacer.

Finalmente, si sientes que la culpa te está impidiendo disfrutar tu día a día, no dudes en buscar ayuda profesional. En Psicología Nómade te ayudamos a caminar tu proceso migratorio.

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